In Ictu Oculi

Recetario para los nuevos tiempos

Un ‘soneto’ me manda hacer ‘Violante’

Yo no diré que en mi vida me he visto en tal aprieto porque después de siete años ya he pasado por tesituras similares. Es la hora del milagro. Devuelvo a la vida a este monstruo, a lo Shelley, un día después de Todos lo Santos, por mandato de J.J. Merelo, profesor del curso de Social Media GRX. La petición es el ensayo,  recuperar viejos hábitos y volver al mundo ambiguo de hipertextos y etiquetas que Twitter desplazó hace ya cuatro años.

De la #Poesía al #Periodismo y de ahí al dospuntocerismo que este curso nos inculca con la intención de mostrarnos lo que estos tiempos nos tiene preparados -para unos- o el camino que con los años hemos recorrido -para otros- desde aquellas bellas horas en que los módems cantaban y había que colgar el teléfono para juntar cuatro letras.

Pero nos dejaremos de historias.

Que la fiesta de regreso sea breve, concisa. Catorce versos dicen que es soneto… que basten solo estos cuatro párrafos. ¡Feliz vuelta!

El tanque verdiblanco

Hay jugadores con un hambre insaciable que no apaciguan nunca; caníbales del fútbol que sólo viven del gol, por el gol, para el gol. Jorge Molina (Alcoy, 1982) es uno de los tocados por ese frenesí que les lleva a pensar una y otra vez en la red rival. Delantero de envergadura, el alcoyano es uno de esos arietes que rompen la defensa a base de fuerza, de garra, como un tanque que atraviesa las líneas enemigas y no se detiene hasta que el balón golpea la red. Leer más de esta entrada

Dorado, el guardián del área

No hay sorpresas cuando se trabaja bien todos los días y Chechu Dorado (Córdoba, 1982) ha demostrado ser uno de los mejores de forma cotidiana. Sin embargo, pocos podían predecir la influencia destacada que el zaguero ha irradiado en la zona de atrás cuando llegó gratis y serio a la concentración de El Portil el verano pasado. Con él, el Betis ha recuperado sensaciones perdidas hace mucho, la tranquilidad que alguna vez desprendió Roberto Ríos, la fuerza de aquel Juanito que irrumpió en la Selección o la seguridad al corte del mejor Merino. Leer más de esta entrada

Salva Sevilla, la geometría del máximo asistente

Las gradas verdiblancas no suelen corear su nombre. Su perfil, alto de miras, guardián del centro del campo vestido de canas, no invita a imaginar el talento que guarda en sus botas. Es cierto que no tiene pinta de futbolista, pero por eso es más preciado el tesoro que se encuentra por sorpresa. Así cada asistencia es un grito, cada zancada una señal, cada batalla de Salva Sevilla (Berja, 1984) una amenaza a la defensa rival. Leer más de esta entrada

Belenguer, el talismán de la zaga

David Belenguer (Vilasar de Mar, 1972) hace honor al dicho de que los viejos rockeros nunca mueren. El central, que abandonó el Betis la primera vez por su edad, llegó de vuelta en un año en que su experiencia ha sido un aporte imprescindible a la hora de consolidar a un equipo plagado de jóvenes y con la necesidad imperiosa de lograr resultados. Leer más de esta entrada

Miguel Lopes, las lesiones minaron una brillante temporada

Hay un jugador verdiblanco al que la afición del Betis ha disfrutado por episodios. La intermitencia física de Miguel Lopes (Lisboa, 1986) ha impedido que el lateral cedido por el Oporto haya tenido continuidad en el once de Mel. Sin embargo, a pesar de las lesiones, la idea de que el portugués es un cerrojo importante en la zaga verdiblanca ha logrado implantarse entre la afición.

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Isidoro, el año de la consolidación

El lateral atraviesa como un puñal hasta la línea de fondo. Es mayo y las gradas jalean a un Betis que se ve en Primera el año próximo. Al calor de los gritos, el zaguero se transmuta en extremo y con un quiebro imposible deja al defensa del Tenerife preguntándose por los misterios del fútbol. Después, la sorpresa. Dispara con la derecha, golpea en el guardameta y el esférico besa la red del Villamarín. Un Villamarín de Primera. Un Villamarín que conoce bien las carreras de ese jugador que ahora grita y es uno con la grada. Leer más de esta entrada

Otra herencia

Mi tío Miguel Ángel me ha regalado unos libros. Me llamó el pasado domingo mientras estaba viendo el fútbol con la noticia de que su suegro se estaba mudando de casa y no podía transportar la biblioteca que tenía. Así que me acercó en coche al piso para que le echara un vistazo y rescatara lo que pudiera de una certera muerte. Como si fuera una película, entré en aquel edificio que sólo recordaba fugazmente de la infancia. Los ladrillos dorados, como barnizados por el tiempo, seguían tal y como aparecían en mi memoria. Después, los escalones, tercera planta sin ascensor y un sudor de siglos, pegajoso, escurriéndose por la barandilla hasta llegar al portalón de entrada. Leer más de esta entrada

Una de esas cosas

Hace unas horas que mi amigo @Bukowski (otra forma de llamar a Juan José Cerero) me ha mandado la maqueta de lo que parece ser su próximo libro.  Si bien presenta algunos de los temas que ya perfilaba en Oro, su primer libro; con este nuevo volumen da una vuelta de tuerca más y pega el salto hacia la unidad temática, algo que le aporta una gran coherencia y fortaleza a lo escrito.

Buko -Cerero- desarrolla ampliamente los grandes temas universales (léase Muerte, Infancia, Esperanza también) en los que está imbuido propiamente por su experiencia vital. Esto no pretende ser más que una visión absolutamente resumida de lo que trae Cerero, por lo que tendrán que esperar a que esté cerrado e impreso para tomar parte en el Sur que nos propone el poeta.

Curso superior de ignorancia

La búsqueda da sentido al camino. Es la gasolina misma del hombre, el ansia que lo mueve. Hace años que leí un libro del poeta Miguel d’Ors, «Curso superior de ignorancia«, con el que ganó el Premio de la Crítica en 1987. Digo que hace mucho tiempo que supe del libro, me acerqué a la biblioteca central de la Universidad y me lo zampé en una de esas horas gloriosas que da la juventud. Leer más de esta entrada