Adiós a la poesía

Una amiga me comenta que deja la Poesía. Quizás algún mamarracho podría pensar, si la abandona es que nunca fue una verdadera poeta, nunca estuvo bajo las alas de las musas ni supo que dentro de su voz, hablaba el tiempo y la leyenda, pero no es este el caso como tampoco lo fue para Rimbaud, salvando las distancias, por supuesto.

He visto lo que es capaz de hacer con las palabras. La muchacha juega con ellas como si fuesen piezas de un puzzle, las encaja de mil maneras distintas, las prueba, las cambia, construye montes, carreteras, monta historias, personajes, los mueve a través del tiempo y del espacio, lo transmite con fuerza y sin embargo, se niega a ver lo que los demás vemos, la realidad de sus poemas.

Ella es joven, apenas un par de años menor que yo, pero ya muestra la forma de un poeta serio. No obstante, le queda mucho camino por recorrer, como a mí, y lo que no entiende es que ser poeta y escribir es un trabajo, las palabras no llegan como llega la lluvia, implica constancia y esfuerzo.

Es una pena, la Poesía es un don que no tiene todo el mundo y quizás por eso no me guste ver como algunos callan la voz con problemas que tienen fácil solución. Sé que esta entrada no servirá para nada puesto que ella no lo va a leer, pero al menos me pareció justo notificar que en Junio de 2007 se perdió un poeta en Andalucía.